Entre la ilusión del progreso y la esclavitud de la comodidad, el ser humano renuncia poco a poco a su capacidad más esencial: pensar por cuenta propia.
En una era hiperconectada donde las máquinas piensan, escriben y deciden por nosotros, la humanidad enfrenta una forma silenciosa de decadencia: la pereza intelectual. Este artículo explora cómo la tecnología, bajo la apariencia de eficiencia y libertad, está moldeando una sociedad más cómoda, pero menos reflexiva y menos humana. Sigue leyendo
