INTELIGENCIA ARTIFICIAL E INNOVACIÓN EDUCATIVA
Posted by: Diego Mario Zuluaga O. on: noviembre 26, 2025
La Inteligencia artificial ha llegado para quedarse, eslogan copiado de otros que han planteado algo similar, pero que ese quedarse significa la influencia permanente en la vida del hombre, pues la IA es utilizada en muchas de las actividades desde lo educativo, lo político, económico, tecnológico etc., sin embargo es un hecho cierto que detrás de esas “máquinas inteligentes” siempre habrán decisiones humanas, desde los datos que usan, qué contenidos se muestran y se silencian, qué información se usa y se filtra pero todo esto debería ir a parar a las manos de todos, pero no de unos pocos.
Y es que la inteligencia artificial se está abriendo paso con fuerza no solo en lo tecnológico sino en lo educativo, al punto que nos hemos hechos demasiadas preguntas, algunas consideradas insólitas, entre estas: ¿la IA hará las tareas por mí?, ¿puede la máquina ser lo suficientemente creativa?, ¿qué implicación tiene esto para la teoría y la práctica?, ¿se debe redefinir el sistema educativo y sus modelos pedagógicos?, ¿el docente, tutor será reemplazado por la IA?, ¿cómo identificar una tarea, un trabajo, una tesis original de una falsificación?, además ¿sería relevante para el ser humano que las tareas al fin sean hechas por una máquina?.
Será que nos estamos acercando a la “Inmortalidad digital” a la que se refiere Raquel Ferrández, cuando expresa “La creación de la web es una historia de libertad, un espacio digital en el que todo puede estar vinculado a todo. Porque la omnivinculación es, ante todo, un ideal, un deseo de libertad.”, ya que el ser humano se niega a desaparecer y busca perfección y permanecer en este plano; de ahí que se entienda que el morir es algo primitivo y en consecuencia lo civilizado es seguir existiendo, vinculándose con el otro, en otros cuerpos, en otros planos y en otras máquinas.
Pero entonces, qué sucedería si consideramos que el mundo es una extensión de la web, y como consecuencia el vincularse indefinidamente de forma inmediata y simultánea, un universo en donde el transhumanismo, la vigilancia, la inteligencia artificial y hasta la tecno-sabiduría limitan el impacto de lo que es estar solos.
Será que los estudiantes, el ser humano se viene quedando solo o vamos limitando el espacio social de diálogo, ese eterno pensar que necesitamos otro está cambiando para convertirnos en seres solos y egoístas, o el pensar que la escuela cambió de manera agigantada a raíza de los cambios culturales, de los sistemas de gobierno, de la influencia de la segunda guerra mundial en el devenir del hombre, o es una necesidad que se gestó por aquello de la aparición de los teléfonos celulares y se convirtieron en smartphone (subutilizados y autodependientes se han creado) y del Covid19 y para lo que no estábamos preparados.
Hablamos de la omnivinculación por aquello de interpretar el impacto de las tecnologías en aspectos tan importantes como la vida, el amor, la soledad, la muerte y la educación. Esa relación simbiótica que se está construyendo entre hombre-máquina, y es que no podemos olvidar que la IA supone una amenaza fundamental no solo en el hombre sino en los principios básicos de la escuela, sea esta la etapa en la que se encuentre el dicente; estamos absortos en ese transhumanismo vinculante de lo justo y lo necesario, que prolonga la inteligencia, pero a qué costo y consecuencias hacia un envejecimiento del cerebro antes de. Y es que estas relaciones deben ser pensadas sin prejuicios en donde es necesario revisar ese vínculo entre lo viejo y lo nuevo (así es la vida y la muerte), y hasta cuándo esa prolongación impacta directamente en la naturaleza humana, desde lo cognitivo hasta lo erótico, o desde las funciones cerebrales y lo prefrontal, o bregando a resignificar lo que nos plantea o replantea la profundidad del pensamiento y su asimilación o forma de aprendizaje.
Una óptica diferente es la que se enfrenta por aquello de la influencia y dominio de la IA en lo educativo, pero también en lo social y aquí se entra a explorar los dilemas éticos a los que nos dirige esa llegada de lo que se ha llamado la “segunda ola” de la tecnología inmersa que afecta las experiencias sensoriales, y explora esos vínculos románticos y cognitivos, tal vez construimos una vida centenaria (ya hay experimentos para la longevidad) que nos permita perpetuarnos a la vinculación de diferentes sustratos corporales o nos potencien las relaciones intelectuales que avanzan vertiginosamente en ese despliegue tecnológico y del cual no podemos ser “convidados de piedra” sino agentes de innovación, aceptación tal vez para convertirnos en “digisociales” (experiencia visual digna de compartir).
“En el momento en que la muerte no nos separe, comenzaremos a recalibrar el compromiso que estamos dispuestos a asumir con una pareja y valoraremos nuestros vínculos amatorios bajo una óptica completamente diferente.” ( R. Ferrández)
Deja una respuesta