"FILOSOFÍA, PEDAGOGIA E INVESTIGACIÓN"

PLACER POR LA INVESTIGACION Y LA DOCENCIA. Diego Mario Zuluaga Osorio. Lic. Filosofía y Letras USTA. Esp. Planeación, Desarrollo y Administración de la Investigación. UMB.

LA INCIDENCIA DE LA INTELIGENCIA COLECTIVA

Posted by Diego Mario Zuluaga O. on agosto 24, 2013

Comunicacion Estrategica

«Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza», Mario Benedetti

Un nuevo concepto está haciendo su aparición dentro de las inteligencias que hemos conocido (emocional, social etc) y es el relacionado con lo colectivo.  La inteligencia colectiva existe apoyados en un estudio del MIT, y es aquella conocida como esa capacidad eficiente de trabajar en grupo, de desarrollar las dinámicas de grupo pero estas tienen su asidero  en lo que se ha denominado “sensibilidad social”.

Para entender este último vocablo hay que traer  a colación la capacidad de ser flexibles, la asignación de ocupaciones y de participar en todos los desafíos. Esto es,  convertirnos en parte integral no solo del problema sino de la solución, pues el resultado es el que evalúa la inteligencia del equipo para trabajar para un objetivo común.

Desarrollando el tema de reflexión encontramos que la inteligencia colectiva se desarrolla desde los mismos hemisferios cerebrales, pues estos tienen las funciones intelectuales, sentidos, percepción, espacios, dimensión etc; y ello va de la mano con el pensamiento, cuya actividad fundamental es manipular las imágenes ejecutivas (motoras), incógnitas (perceptuales) y simbólicas (lingüísticas) y en armonía con la creatividad y su estimulación, valga decir una idea producida, que esta resuelva un problema y desarrolle al máximo esa comprensión, terminando con un pensamiento creativo. Halpem (1984) afirma que “se puede penar de la creatividad como la habilidad de formar nuevas combinaciones de ideas para llenar una necesidad”, ello permitirá entonces superar las capacidades cognitivas individuales y en consecuencia redirigirlos hacia el grupo, en donde cada miembro cooperará eficientemente con los objetivos grupales.

 

La ventaja de pensar de la manera como lo venimos proponiendo no es otra  es que los individuos rinden más en las diferentes tareas cognitivas, demostrando con ello su compenetrabilidad a los fines empresariales, institucionales, sociales, grupales o reunión de personas acordadas para un fin; esta dinámica permitirá potencializar  dichas capacidades, talentos, habilidades hacia la asignación de las variables que se requieren para ejecutar la tarea, llámese esta como se llame.

El rendimiento del grupo se verá con la eficiencia general, la intelección del concepto de inteligencia colectiva con lo que se podrá predecir el rendimiento de los sujetos que hacen parte de este conglomerado. Pero lo más importante es que esa diversidad de seres humanos no se adaptarían a esta nueva forma de trabajo, si los mismos no tienen conciencia de su importancia dentro de la empresa, del conocimiento de los personajes que los dirigen, de la asignación de roles claros y precisos, además que les potencialicen aquello de la “sensibilidad social”[1].

A manera de conclusión debemos decir que la inteligencia colectiva no es otra cosa que el compromiso del hombre por trabajar por un bien común, aunado a la dirección de personas con habilidades suficientes que lleven de la mano a este grupo y les eduque con el ejemplo, valga decir, hacer lo que se debe hacer, en el momento preciso y por ideales claros y precisos dejando a un lado intereses personales, políticos y sociales, para entender que el hombre se debe a la sociedad y es a ella ante la que tiene que responder no solo con sus actos sino con sus obras.

Todo lo anterior exige la toma de conciencia de las habilidades personales, solidificar la autoestima, conocer y regular las emociones, aumentar la motivación personal y fortalecer las habilidades sociales y lo más importante permitir una comunicación eficaz  que permita el desarrollo personal y profesional del ser humano como integrante de esta sociedad vía a la destrucción sino hacemos algo en contrario.

[1]. Según Malone, “la sensibilidad social estaría relacionada con la capacidad de los miembros del grupo para percibir las emociones del resto de los miembros. En los grupos donde una persona es más dominante que las demás, la inteligencia colectiva es menor que en aquellos equipos donde los turnos de conversación están mejor distribuidos”.

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