EL CANSANCIO FRENTE A LA VIDA, SÍNDROME ACTUAL
Posted by Diego Mario Zuluaga O. on agosto 25, 2019
Un frente a lo que se da y se recibe (reciprocidad) son las situaciones que llevan a determinar si en el ámbito laboral, familiar, económico y en la suma de estas dificultades no se vislumbra una solución a dicha situación. Ejemplos de ello son la fatiga frente al trabajo y las exageradas cargas o exigencias, inclusive la falta de reconocimiento de lo logrado o la inseguridad de las relaciones de pareja entre otras.
La falta de tiempo ha generado angustia existencial como también los síndromes de falta de atención, problemas de concentración, es decir, todo aquello que no permite el desenvolvimiento apropiado en cada una de las actividades desarrolladas por el ser humano en cualquier nivel; ello como consecuencia, de obedecer órdenes contradictorias entre lo que se hace y lo que se necesita, entre lo mandado por un jefe y por otro, no hay coordinación de roles ni actividades situaciones que han afectado al individuo para comprender nos sentimos cansados frente a la vida, el porqué de los conflictos emocionales que generan también cansancio.
Es un síndrome, el del cansancio, el que está afectando al hombre y “el agotamiento emocional se produce cuando determinada persona es sometida a varios estresores sea económico, afectivo o social, esto se puede activar ante situaciones difíciles que viva el individuo o a hechos externos como temblores o terremotos” (Uriel Escobar-Psico Salud), de ahí que esto se refleja en personas que están cansadas de cómo dirigen su vida y no disfrutan de aquello que les apasiona, un cambio de paradigma con relación al asombro, a los gustos, se pierde lo que se ha llamado el poder del sorprendimiento del hombre.
Nos enfocamos en ver cómo el otro si se sobrepone de las mismas situaciones que generan ese cansancio, de comparar las circunstancias que lo promueven y no en la solución que este obtuvo. Es esa capacidad que se tiene para sobrellevar los factores estresores, en fortalecer la interioridad o reconocimiento mejor de sí mismo, alejando en consecuencia las adversidades.
Enfocar entonces ese cansancio emocional y frente a la vida con actividades totalmente distintas a las generadoras de estas, aumentar la lectura, el ejercicio físico, actividades lúdicas sin llevar a nuestros hogares y lugares de trabajo esos factores generadores de estos, además buscar apoyo en las redes de amigos con acciones afines, pero sobre todo aceptar los cambios elemento este multiplicador de esos fenómenos.
De otro lado, viendo en los cambios las oportunidades que la vida nos presenta, es arrancar desde cero con esa capacidad de redescubrirnos, de hacer reingeniería vital para enfocarnos en aquello que nos genera confianza, que nos eleva la autoestima, pero en especial nos hace reconocernos como individuos dentro de esta sociedad deshumanizada.
“Más Platón y menos Prozac”
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