"FILOSOFÍA, PEDAGOGIA E INVESTIGACIÓN"

PLACER POR LA INVESTIGACION Y LA DOCENCIA. Diego Mario Zuluaga Osorio. Lic. Filosofía y Letras USTA. Esp. Planeación, Desarrollo y Administración de la Investigación. UMB.

INVESTIGACION, EDUCACION Y MOTIVACION

Posted by Diego Mario Zuluaga O. on julio 10, 2016

 

Nos encontramos en un momento coyuntural de la historia del país, pues se han presentado fenómenos que se han esperado desde tiempo atrás, otros en donde la influencia social no han permitido mejorarlos, como también experimentos en desarrollo de los cuales se esperan resultados.motiva

 

Sin embargo todo ello depende de la actitud del ser humano para enfrentar estos y la motivación que se tiene para entender los mismos, dependiendo de las circunstancias en que se presenta la educación, que en el caso de Colombia viene siendo criticada en razón de las incongruencias de las leyes, de las políticas estatales y que esta no llega al total de la población con la misma calidad, como también de las dificultades que a diario enfrentamos.

 

“Para Stanislao Zuleta la Dificultad viene inserta en el ser mismo del hombre y como tal se convierte en el material inspirador para que este fije sus metas y cumpla las mismas, ya que no debemos olvidar que el hombre es un ser social y en consecuencia se debe combatir la frustración, esto es, aquello que el individuo no puede cumplir por circunstancias ajenas a su voluntad, pero que el deseo debe vencer a toda costa.

 

Sin embargo la idealización es el fin de la meta, esto es, poder disfrutar de los logros se convierte en últimas en el temor, es decir, de tener que volver a empezar con una nueva propuesta, unos nuevos programas y como si fuera poco esperar unos resultados.

 

Para el pensador en referencia, la facilidad no existe sino en el pensamiento del hombre, y esta la debe combinar con su existencia, el entusiasmo, la crítica, el amor y el respeto, aunque son valores menores siguen representando la parte importante del individuo dentro de su ser social.”[1]

 

Significa entonces que es al ser humano a quien corresponde estudiar, formular hipótesis, desarrollarlas, anticipar escenarios y en consecuencia proyectar una visión de futuro en palabras de Nick Bostrom[2], tendiente a identificar por un lado los problemas y por la otra la forma de solucionarlos, para ser aplicados a la aldea global del conocimiento y de la sociedad, máxime si se tiene en cuenta que es allí donde debe parar todo el material de conocimiento que se produzca.

 

Ante esta perspectiva se muestran dos disyuntivas, una es si la educación está permitiendo identificar los fenómenos sociales y por la otra, si la investigación está suministrando material para solucionarlas. Y la respuesta es que ninguna de las dos está diseñada para ello.

 

Hablando de educación: “La historia de la educación en Colombia es una sucesión de normas sobre el papel; buenas intenciones que sólo obedecen a los deseos de los legisladores de turno; políticas reformistas y sus correspondientes contrarreformas que anulaban, de tajo, los logros alcanzados; reivindicaciones salariales, protestas, imposiciones; recetarios traídos por misiones extranjeras, etc. que bien podría resumirse en varios intentos fallidos, los más, por inscribir al país en la modernidad.”[3]

 

Esta crítica viene de la mano con el desarrollo de la investigación en Colombia, después de muchos años solo hasta ahora se vino a tomar en serio la misma con la expedición de la Ley 1286 del 2009 (Por la cual se modifica la Ley 29 de 1990, se transforma a Colciencias en Departamento Administrativo, se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia y se dictan otras disposiciones), de igual forma hubo un cambio en las instituciones de educación superior para modificar la manera como se venía haciendo investigación y adaptarlo a estos nuevos parámetros. Y es que investigar implica la existencia de estrategias integrales de desarrollo, no solo a mediano y largo plazo, para identificar la variable de conocimiento dentro de ese proceso de transformación social como resultado del desarrollo de las investigaciones que en sus diferentes líneas existen en los establecimientos educativos colombianos, tendientes a transformar la producción y los servicios en los diferentes sectores de influencia.

 

Sin embargo, la educación como ya se dijo necesita de una transformación para poder aplicar los nuevos conceptos, estos es, la pedagogía de la motivación a la que hace referencia Brigitte Prot, en su libro Pedagogía de la motivación “cómo despertar el deseo de aprender” y también el coaching educativo que viene en desarrollo desde hace algunos años como enfoque a perfeccionar la comunicación con el educando, para impulsar con ello su creatividad y su responsabilidad.

 

Y es que motivar lleva implícito el cambio en la metodología educativa, no solo en su aspecto curricular sino en su evaluación, pues se ha demostrado que estos pilares han perdido fuerza ante el avance social y tecnológico, que llevan a tratar la educación con una nueva perspectiva, pues para nadie es un secreto que la ley de educación requiere una reforma y reingeniería para adaptarla a las necesidades institucionales por un lado y por el otro el de los alumnos y profesorado, en donde estos se atrevan a inventar nuevas herramientas y adaptar las nuevas tecnologías a las necesidades sociales.

 

El pasado americano y precolombino es la barbarie; la industria europea es la civilización y el futuro de América. Renunciamos así a lo que hemos sido y somos por lo que nunca seremos; hipotecamos nuestra realidad por un futuro que no acaba de llegar porque no es el nuestro y porque no hay futuros prestados. Los políticos han sido los portavoces del progreso, y por supuesto de las promesas incumplidas y la política ha sido el reino del eterno futuro; eterno por inalcanzable.

 

Los latinoamericanos, desde la independencia hasta hoy, no hemos aprendido bien la lección, y, por supuesto, hemos pagado y continuamos pagando muy caro nuestra superficialidad en el tratamiento de la política y la historia. La identidad política es una condición de la identidad, a secas. Alcanzarla es un desafío ineludible que nos presenta la historia y la cultura.

 

Es la violación a ese principio de identidad el que no nos ha dejado avanzar para obtener un alto nivel de calidad en la educación e igualmente con la investigación, recordemos entonces la Ley 89 de 1892, conocida por la “Ley Cerda de Instrucción” y su Decreto Reglamentario 349, el cual pretendió unificar el sistema educativo de Colombia, pero lo que hizo fue centralizar la educación para llegar a lo que tenemos hoy conocido como la ley general de la educación (115 de 1994), que sin mucho esfuerzo casi nada nuevo se vislumbra. Es precisamente esa falta de identidad lo que ha llevado a la educación al estado actual, alumnos y docentes sin norte, sin horizonte y mucho menos preparados para la era del conocimiento como se concibe al siglo XXI. Aquí viene, que no es lo mismo pensar a lo europeo que a lo latino, cada uno tiene intereses y objetivos distintos, ello debido al sistema de gobierno, a la fuerza de las economías, a los partidos políticos, el acceso a la educación y como si fuera poco, a la segregación de lo que somos víctimas no solo en la misma América sino en España, Inglaterra, Francia y otros países y todo por ser colombianos, aunque esto parece estar desapareciendo con las nuevas leyes migratorias.

 

Para terminar, la educación en Colombia necesita una transformación.  Significa entonces repensar la educación y pasar del modelo frontal al de convivencia colectiva. Pasar de una educación centrada en el saber a una concentrada en la persona y en la comunidad, donde el saber es insuficien­te sin el sentir, sin el pensar, sin el crear, sin el hacer, aspectos que son parte esencial del desarrollo integral de la persona.

 

Generar investigación desde la universidad aunque parezca utópico ha sido difícil sobre todo cuando los modelos de enseñanza no se amoldan a este tipo de actividad, cuando la educación es descontextualizada y muchos de los conceptos no se ajustan en gran parte a las necesidades de nuestro medio, se convierte entonces la investigación en un paradigma para la educación nacional específicamente en la formación superior.

 

Romper con la convencionalidad de los esquemas enseñanza-aprendizaje requiere más que de marcos teóricos y principios científicos, el moldear un esquema diferente, un esquema donde el principal elemento es el recurso humano, al entender el desarrollo de la personalidad desde diferentes puntos de vista.[4]

 

Parafraseando a Manfred Maxnife[5], el ser humano se mueve en un presente continuo, esto, para indicar que todo el actuar del ser humano incide de alguna forma en los resultados de su existencia, así entonces, el conocimiento de las habilidades y talentos de los educandos y docentes permitirá una mejora en las capacidades cognitivas, en aumento de la aprehensión de conocimiento y de su aplicación al desarrollar sus actividades.

[1] . ARTICULO ELOGIO DE LA DIFICULTAD. Diario del Otún.  Oct. 30-03.2004 Autor Diego M. Zuluaga O. www.diegozuluagao.com

[2]. http://redesib.formacionib.org/blog/aqui-se-investiga-el-porvenir-ensenardesdeelfuturo?xg_source=msg_mes_network

[3]. Anota Gonzalo Cataño en el prólogo de La educación en Colombia (1918-1957) de Aline Helg: “Hasta hace poco los escasos trabajos de historia de la educación en Colombia ostentaban rasgos muy particulares. Buena parte de ellos era una colección de biografías edificantes de los paladines de la enseñanza durante el período colonial o de los años que siguieron a la Independencia. Otros estaban integrados por crónicas entusiastas que registraban la fundación de colegios y universidades promovidos por la Iglesia, el Estado español, algunas celebridades del sector privado o dignatarios de los gobiernos republicanos. (…) En La educación en Colombia (1918-1957). Serie Educación y cultura, Universidad. Pedagógica Nacional, Bogotá, 2001(Tomado de Apuntes para una historia de la educación en Colombia. CARLOS PATIÑO MILLAN-http://docs.google.com)

[4]. https://www.diegozuluagao.com/2013/04/generar-investigacion/

[5]. 2 Congreso Nacional de Educación Superior de Colombia. Pereira, Armenia. Dic. 5, 6 y 7 del 2001. (Hice parte de la comisión redactora como miembro de la USTA)

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